martes, 29 de junio de 2010

Dominio Total

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Confieso que el mejor equipo que he podido ver es la selección Brasil que participó en la Copa Mundial de Fútbol de España 1982, y que se fue eliminada tras perder el triangular, posterior a la primera fase, en el que se enfrentó a la Argentina de Menotti, a la cual ganó, y a la Italia de Bearzot, a la postre campeona del mundo, que los venció 3-2 en uno de los partidos de mayor calidad y más bonitos de la historia del fútbol.

Brasil 82’ derrochaba fútbol en cada una de sus líneas y movimientos, y, además eran bonitos. Eran técnica, física y tácticamente buenísimos, y literalmente barrían a todos los equipos que enfrentaban. Eran superiores a todos, lo sabían, y sólo dos fallos de concentración de un clase mundial como Júnior pudieron, sin restarle méritos al gran conjunto italiano del 82’, arrebatarles un titulo que debió ser para ellos. Competir con la imagen mediática de Brasil 70’, sin haber sido campeones del mundo, ya habla lo suficientemente bien por aquel equipo de Telé Santana, pues eso es algo que ni siquiera “La Naranja Mecánica” logró.

Brasil modelo 2010 dista mucho de ser Brasil 82’, tampoco aspiran a serlo, empezando porque, por ejemplo, los puestos que hoy ocupan Bastos, Melo, Silva y Elano, pertenecieron a Júnior, Falcao, Cerezo y Sócrates en el mítico equipo, sin embargo, han pasado veintiocho años desde eso y la selección brasilera, por la que han pasado genios como Romario, Rivaldo, Ronaldo, Roberto Carlos o Ronaldinho, nunca se había sentido tan superior al resto, tan dominante, tan ama del partido.

Y Brasil, por encima de todo, es eso. El Brasil de Dunga es el dominio absoluto del partido. Hace un par de días escribí en Twitter que Brasil había venido a África de Safari con unos cuantos dardos somníferos y un par de dardos mortales. Creo que nunca una metáfora tan mala ha sido tan acertada a la realidad. Brasil duerme el partido, impone su ritmo lento, a veces muy lento, saca al rival del partido y, de repente, cuando menos lo esperas, sube el ritmo de forma violenta, pero sutil y suavizada por fútbol, y te marca uno, dos, tres goles o los que crean suficientes. El mensaje es claro: “Somos los mejores, somos los dueños del partido y hacemos con él lo que queremos”.

Soy el primero que crítica a Dunga por ponerse el mismo un límite demasiado bajo para que lo que podría dar Brasil. Jugadores como Marcelo, Hernanes, Diego, Pato, Ronaldinho, Ganso o Neymar le hubieran dado un límite a Brasil muchísimo más alto e igual de competitivo e igual de ganador. También soy el primero que aplaude su trabajo porque ha creado el mejor equipo del mundial, el único que ha demostrado empaque de campeón. Brasil es buenísimo táctica, técnica, física y futbolísticamente. Son superiores y así se portan en el campo cada vez que juegan. Ayer Chile, que también es una delicia futbolística, quedó eliminado y ni siquiera incomodó a la “verdeamarelha” que jugó un partido de campeón mundial. Brasil es caviar, Brasil es fútbol. Una delicia para quien quiera disfrutarla.

El plan es claro y bien ejecutado. Una defensa de cuatro técnica y físicamente potentes, preparados para salir desde atrás y para defender cualquier situación y cualquier futbolista, incluso Lionel Messi. La salida normalmente se da desde Maicon por la derecha, aunque no es la única opción. Lúcio, Felipe Melo y Michel Bastos ofrecen otras opciones válidas para Brasil, haciendo muy difícil que les compliquen en su propia mitad, tal y como intentó Costa de Marfil. La primera línea del mediocampo al ocupa el doble pivote Silva-Melo. Este último está cuajando un buen mundial, tanto con balón como sin él, mientras Silva se encuentra muy cómodo y abrigado por todo el sistema brasilero. Como interior derecho aparece Elano, quien abre el campo por derecha y aparece con más frecuencia en zona de aceleración, aprovechando el efecto “tracción” que genera la banda izquierda del equipo. Ese 4-3 le da a Brasil una coraza sólida como ninguna otra en el mundial y que permite que el trío de arriba pueda desplegar su fútbol.

Kaká y Robinho están haciendo un buen mundial, en el caso del jugador del Real Madrid, y un gran mundial en el caso del ex – merengue. Cuando la pelota llega a la banda izquierda de Brasil, el fútbol hace presencia. Robinho recibe, pausa, hace circular, aguanta la pelota, avanza, se desmarca, duerme y oxigena. Una y otra vez el rival cae ante la red de fútbol de Robinho y Kaká, y, entonces, se deciden a marcar, y la velocidad aumenta vertiginosamente, y a esa velocidad sólo ellos logran leer la jugada que termina irremediablemente en gol la mayoría de las veces. ¿Cuántos pases? Los justos ¿Cuántos regates? Los necesarios. Así avanza Brasil, y se suma Luis Fabiano para finalizar todo lo que producen las dos cracks. Y a veces se suma Elano, o Maicon, e incluso Lúcio sale disparado desde el área y se une a la fiesta. No importa cuántos sean, Brasil logra más peligro con Robinho-Kaká más Luis Fabiano que equipos que atacan con cinco y hasta con seis jugadores.

Y el resto es historia. Brasil no tiene huecos, no hay fisuras en su sistema. Defiende dónde quiere, ataca cuando quiere y llegas hasta dónde Brasil te deja. Arriba ganan siempre, por abajo también. Kaká y Robinho a las orillas en transición defensiva para el contrataque letal. Uno no logra imaginarse a Brasil perdiendo, y uno puede intuir que sólo España reencausada ó Lionel Messi podrían hacerle daño a este equipo.

Ayer jugó Alves y Brasil fue más agresivo, más vertical y más bonito. Si fuera Dunga apostaría por el jugador del Barcelona porque le da un techo más alto a Brasil, y porque le da más opciones en la base de la jugada a un Brasil que necesitaba más elaboración para ser más mortífera. Pasó ante Chile, una lástima, pero le sirvió a Brasil para dar un contundente golpe de efecto y España va a necesitar mejorar mucho para competir con eso.

Brasil es fútbol, y fútbol es el dominio total.

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1 Response to Dominio Total

30 de junio de 2010, 1:05

Brasil, mejor dicho Dunga, ha optado por sacrificar el 'fútbol samba' para apostar por un bloque sólido y muy fuerte físicamente.

Un saludo desde Fútbol y más fútbol

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