Matino

El Barcelona comienza pronto a hacer sus deberes en el mercado veraniego. Antes incluso de la proclamación del que será el próximo presidente de la entidad blaugrana, se ha anunciado la contratación de David Villa en una operación espectacular. Comienza una nueva era en el Barça y el equipo de Pep Guardiola empieza a reforzar su plantilla con nuevos mimbres.

Un killer del área

El asturiano es uno de esos futbolistas que no deja indiferente a nadie. Un jugador que con 28 años es el segundo máximo goleador de la historia de la Selección Española solo por detrás de un mito como Raúl. Su llegada al Barça no ha podido ser más más regularmente escalonada. Pasando por el Sporting de Gijón, Zaragoza y Valencia, llega al conjunto blaugrana en el mejor momento de su carrera deportiva, aunque no debemos olvidar que lleva varios años perteneciendo a los 9s de gama alta del circuito europeo.

Entrando más en el análisis del jugador, hay que decir que se trata de un delantero moderno, de los que ocupan muchísimo espacio. Puede jugar como referencia o acompañando a un 9 más fijo, tendiendo, sea cual sea su rol en ese partido, a acostarse sobre la orilla izquierda del ataque de su equipo.

David Villa, es, sin ninguna duda, el mejor definidor del mundo. Nadie iguala su capacidad a la hora de enviar el balón a la red, y su repertorio finalizador es, ciertamente, muy dificil de igualar. No destaca por su físico, pero su velocidad, potencia, aceleración y fuerza le convierten en todo un killer cuando se acerca al área contraria. A pesar de estar dentro de los denominados killers, se asocia muy bien con sus compañeros en la parcela inmediatamente anterior al área rival. Además de lanzar constantes desmarques a la espalda de sus marcadores, suele confunfirlos con sus constantes caídas a banda izquierda desde el centro de la punta de ataque, ya que acostumbra a entrar en diagonal a la portería rival para intentar tiros lejanos que muchas veces encuentran su recompensa. Chispa, técnica y gran capacidad de desborde, sumado a una constante e íntima relación con el gol convierten a Villa en uno de los delanteros más efectivos.


David Villa llega al Barça para suplir el hueco dejado por Samuel Eto'o que el sueco no ha conseguido tapar. Tanto Eto'o como Villa son soldados, con su inteligencia futbolística son capaces de amoldarse a las instrucciones que reciben por el bien del equipo, mientras que para Ibrahimovic, cada directriz es una limitación para su juego genial. Esto significa que Villa soluciona problemas dentro de un contexto, mientras que Ibrahimovic ofrece un contexto más favorable y ambicioso. Concretando este caso específico, el Barcelona de Guardiola se ha desarrollado usando por punta a un futbolista muy móvil, que ocupaba más espacio a lo ancho y menos a lo largo que Zlatan. En cuanto a participación en la jugada, era mucho más indirecta. Samuel contactaba con la pelota menos de la mitad de las veces que lo ha hecho el sueco en cada encuentro.

El principal problema de Ibrahimovic es la capacidad asociativa -que no combinativa, porque en ese menester, el sueco pertenece a la élite-. Ibrahimovic siente el carril central como suyo, esa zona que Samuel Eto'o y David Villa dejan vacía y Zlatan necesita para vivir futbolísticamente. Lo mejor de Messi, como lo mejor de Ibrahimovic, se ve en la parcela que precede al área. Ambos necesitan gestionar ese espacio. Durante toda la temporada hemos visto como el mejor Messi aparecía cuando no tenía al sueco en posición más adelantada, por lo que la pareja Messi-Villa, en primera instancia, puede resultar letalmente efectiva.

Si el Barça prescinde de Zlatan, perderá en genialidad y calidad, pero por contra recuperará un killer como en su día tuvo en la figura del camerunés. Y en materia de gol, siempre es más rentable el tipo que los mete sin un porqué que el tipo que lo mete porque es muy bueno. El Barça no ganará algo que no haya tenido cuando Eto'o estaba en el equipo. Se recuperará de nuevo el Eto'o x Messi intercambiando la figura de Samuel por la de David Villa. El camerunés cumplía la función táctica de abrir el campo para generarle espacio a un Leo que se disfrazaba de Zlatan pequeñín y superior.

Llega un excelente futbolista, que, en mi opinión, no es mejor que Zlatan Ibrahimovic en su mejor versión, pero si es más apropiado que el sueco para el entramado táctico que desea el técnico Pep Guardiola, ese entramado que ha dejado de lado durante una temporada con la salida de Eto'o pero que vuelveo ahora por la puerta grande del Camp Nou. El Barça hizo lo que debía: Adquirir a uno de los pocos jugadores que podían suplir el rol de Samuel Eto'o. No era nada sencillo.