Matino

Hace pocos días leía un artículo bastante antiguo. Se titulaba "Los perdedores que ganaron". Puede sonar a contradicción, pero os aseguro que después de leerlo quedé convencido de que es posible.

En dicho artículo se hablaba de muchos equipos, pero sobretodo de uno, el Brasil del 82. Aquel Brasil, si fuera por el resultado que obtuvo en el Mundial de España, se recordaría como uno de los peores de la Historia del país. Quedó eliminado en la segunda liguilla de grupos (por aquel entonces había dos) tras perder 3-2 contra Italia quedándose así sin semifinales y por supuesto, sin final. A la postre, la azurra sería la vencedora del torneo.
En otras circunstancias hubiese quedado para el recuerdo la Italia campeona, que fue capaz de eliminar a Brasil en su grupo, a Polonia en semifinales y lenvantar la Copa tras vencer a Alemania Federal en la finalísima. Pero no, el equipo que quedó en el recuerdo de todos los que participaron en aquella Copa del Mundo fue Brasil, los perdedores que ganaron.

Y no fue por otra cosa que por su fútbol. Su fútbol elegante, ofensivo, vistoso, preciosista. Un fútbol que enamoró al mundo y que hubiese sido campeón si sus jugadores no estuvieran tan convencidos de que eran muy superiores a sus rivales. En efecto lo eran, pero lo peor que pudieron hacer fue creerselo. De todas formas, y como decía, en el recuerdo de la gente quedaron los Leandro, Sócrates, Zico, Toninho Cerezo, Junior o Falcao. Defensas que podían jugar de '10', '10's que jugaban de defensas. Allí poco importaba, lo único que valía la pena era salir al campo y divertirse con el balón. Lo consiguieron y por eso, pese a la derrota, quedaron en el recuerdo de la gente como uno de los mejores equipos de la Historia del fútbol, si no el mejor.
Otro ejemplo es el de la Hungría de Puskas, que echó por la borda una oportunidad histórica de proclamarse campeones del mundo en el 54. Pero alguien se acuerda de quien fue campeón en el 54? Lo único que recodamos los que amamos el fútbol es aquella Hungría en la que brillaban Boszik, Czibor, Hidegkuti y el ya mencionado Puskas.

¿A qué viene todo esto? Pues viene a que mañana se decide la liga. El Barça en Sevilla y el Madrid en su casa frente al Athletic se juegan algo tan ridículo y tan importante a la vez como ser el que levante el trofeo que les acredite como campeones de Liga.
Durante esta semana entera vengo pensando que es muy triste que un simple punto, o dos, o tres, dicte quien es mejor equipo o quien ha hecho mejor temporada. Está claro que ser campeón es importante, pero a veces no lo es tanto como quedar en el recuerdo de las personas. Gane quien gane la Liga, creo que debemos recordar a estos dos equipos sin importarnos quien sea 1º y quien sea 2º, porque los dos han batido records que no se superarán en mucho tiempo. Dos equipos diferentes, cada uno con sus virtudes y sus defectos, pero dos equipos históricos al fin y al cabo.
¿Mi consejo? Lo dicho, no sean tan simples como para quedarse simplemente con quien levanta la copa. Hay mucho, mucho más. Recordemos estos dos conjuntos como los mejores de la historia de la Liga. Al menos, estadisticamente, así ha sido.