domingo, 23 de mayo de 2010

Diego Milito, el príncipe de Milán

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Lo vívido ayer era más que una final para ambos equipos, había mucho más en juego. El equipo que se llevase el trofeo conseguiría el perseguido triplete, así como asegurarse plaza para la Champions League 11/12 para el cuarto clasificado en su liga local. Un equipo con ganas de reescribir su historiatras 45 años y cientos de jugadores, y otro, con la ambición de volver a ser un grande dentro del viejo continente. Dos filosofías distintas, dos viejos conocidos en los banquillos, dos objetivos que convergían en el mismo punto.

Muchas claves se entreveían antes del encuentro. Estaba por ver como el Inter aprovecharía su banda derecha con la velocidad de Samuel Eto'o ante la inexperiencia de Badstuber, si los centrales del Bayern serían capaces de parar a los delanteros del Inter a pesar de su lentitud, como los italianos taparían los huecos en el interior para protegerse de las diagonales interiores de Robben, o si lo alemanes serían capaces de explotar los huecos dejados por Maicon en sus subidas por la banda. Con el pitido inicial, todos estos apuntes se tornar superfluos y comenzó el baile táctico.

No hay ninguna duda de que el Inter ganó la batalla en el centro del campo. Los alemanes estaban en desventaja, Schweinsteiger y Van Bommel tenían que ocuparse de Sneijder, Zanetti y Cambiasso, por lo que un jugador siempre quedaría desocupado. En la mayor parte del tiempo, Sneijder. Esto obligaba a uno de los centrales, preocupado en la marca a Diego Milito, a salir de su posición para cubrir al 10 holandés. La línea de presión trazada por Mourinho, con 5 jugadores en el centro del campo ahogó a un Bayern que solo podía aguantar la posesión en terreno propio, sin mostrar peligro alguno y demostrando que los equipos de Mourinho son los mejores del mundo en cuanto a ocupar espacios en la cancha se refiere.

Los alemanos dominaron la posesión, si, pero ese era el deseo del Inter. Mientras el Bayern trabajaba la posición de la pelota en zonas insustanciales, Milito y Pandev pasaban a tareas defensivas, haciendo inútiles las internadas por banda tanto de Robben y Altintop, como de Badstuber y Lahm. Este último fue incapaz de aprovechar durante los 90 minutos los huecos trazados por Robben en sus diagonales hacia el interior, dejando huérfana la parcela derecha del ataque de su equipo en ciertas fases del encuentro. El primer gol de Diego Milito llegó tras un error de Badstuber en la cobertura a Demichelis, que abandonó su posición para pelear con el argentino un balón de cabeza. Un gol clásico en los equipos de Mourinho.

El Bayern no era capaz de sacar ventaja de su juego, y con dos delanteros superados en el juego aéreo por Lucio y Samuel, los alemanos se veían obligados a practicar su juego por un centro del campo congestionado. Tanto los extremos como los laterales muniqueses fueron incapaces de colgar un balón peligroso desde su posición. En el caso de Altintop y Robben, quizás se al precio a pagar por utilizar jugadores a banda cambiada; pueden disparar con mayor efectividad, pero son prácticamente nulos a la hora de centrar. Incapaces de aprovechar la atracción creada por Robben en la banda para acelerar su juego en la transición ofensiva, el Bayern necesitaba un cambio en su plan, necesitaba a Klose o Mario Gómez dentro del terreno para fijar, al menos, a uno de los centrales interistas muy cómodos durante los 90 minutos.

El comienzo de la segunda mitad fue fulgurante, pero fue un breve espejismo de lo que acontecería, quizás en parte, debido a la ocasión que Julio César detendría a Müller, que significó el principio del fín para los alemanes. Chivu comenzaba a sufrir por la banda izquierda con los constantes ataques de Robben, y cargado con una tarjeta amarilla, Mourinho decidió pasar a Zanetti al lateral y colocar a Stankovic en el doble pivote en prescindiendo del rumano. El Inter defendió brillantemente en la segunda mitad. Los centrocampistas defensivos nunca tomaron por válida la opción de atacar y a Eto'o y Pandev, dos jugadores con alma de delantero, no se les cayeron los anillos a la hora de ocupar posiciones mucho más retrasadasde lo habitual, al igual que ocurriera en el segundo partido ante el Barça.

Era un secreto a voces que si el Inter se adelantaba en el marcador, tenía un pie y medio en el altar donde Platini entregaría el trofeo a Zanetti, y nadie se equivocaba. Lucio, Samul y Cambiasso fueron superiores a sus pares, y la organización defensiva del Inter fue digna de un arquitecto de la táctica como Mourinho.

Tras 45 años, cientos de jugadores que han vestido la camiseta interista, millones de euros invertidos, decenas de entrenadores, lágrimas y penas, el Inter vuelve a reinar en Europa, pero esta vez el príncipe es el principal protegonista.

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4 Response to Diego Milito, el príncipe de Milán

23 de mayo de 2010, 22:41
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
23 de mayo de 2010, 22:42

Que haya ganado el Inter es una situación de extrema justicia. Fue el mejor equipo de la competición y el que en definitiva, mostró más pasión y más entusiasmo en conseguir una copa que se le venía negando desde hace muchos años.
Soy Mourinhista, lo admito, pero como lo he dicho otras veces, los méritos del luso van más allá de su capacidad para generar una revolución táctica. Y ayer fue otra demostración de eso.
Maestro y alumno, eligieron un sistema 4 2 3 1, diferenciado por los 10 mts más adelante que defendían los centrales del equipo alemán y por las facilidades que otorgaba Müller a sus defensores, a contrapartida del imparable killer en el que se ha convertido Diego Milito.
Las diferencias más notables a nivel táctico en la 1ra etapa (sobre todo), fueron los movimientos de los 2 pivotes de contención. Mientras que V. Vommel y Schweinzteiger no colaboraban activamente en la marca por bandas, E. Cambiasso y el todo-terreno Zanetti no paraban de hacer diagonales para forzar 2-1 en las marcas de A. Robben y Olic.
Errores compartidos en el 1er gol. Pelota larga, Milito gana en el salto a De Michelis, y le cae a Sneijder que recibe completamente solo. No solo eso, si no que tiene tiempo de darse vuelta, antes la impasividad sorprendente de V. Buyten, y habilita al delantero argentino. Apenas sale el pase de las botas de Sneijer ya no hay absolutamente nada que hacer. Ni De Michelis puede ganarle en velocidad, ni Badstauer puede llegar a cubrir el espacio, ni el potero tiene tiempo de salir a cortar. La jugada era gol antes de que Milito recibiera ese balón.
El 2do gol es genialidad absoluta de un delantero en estado de gracia y que actualmente es el plan C de Maradona. (Ni injustamente ni sorprendentemente. Argentina tiene delanteros de suficiente calidad como para darse el gusto de que la elección sea totalmente subjetiva y que no haya nada de que temer.)

El partido del Inter no fue perfecto bajo mi punto de vista. Chivu demostró que no está como para ponerse adelante de jugadores como Robben. Y para la función que se le pidió a Eto ´o, estoy seguro que se hubiera podido prescindir del camerunés y buscar una alternativa más solida como Stankovic, o usar un doble pivot con Muntari y usar de extremo a Zanetti (Si finalmente la opción elegida en el lateral era Chivu). Pero esto termina siendo ruido, pajilla ante un técnico que logró ganar el partido y con lo cual, la razón sigue estando de su lado.

23 de mayo de 2010, 22:42

El inter ganó todo este año por Mourinho, a pesar de que todavía hay gente que se esfuerce quitarle méritos al portugués. Fue campeón porque logró involucrar 2 centrales de porte pesado, para que corrieran cada partido como si fuera el último de sus carreras y que fueran inquebrantables. Porque potenció la figura de Sneijder, infravalorado en el Real Madrid, devolviéndole la confianza en sus posibilidades y demostrando que es un jugador de elite mundial.
Ganó todo porque Eto´o corrió más de lo que corrió en Barcelona y la mayoría de estas carreras no tenían como destino el área, donde él es feliz. Y así y todo, el camerunés humildemente demostró que él está a servicio del equipo, que no importa lo que se espere de él, que SIEMPRE va a cumplir.
Fue campeón de todo porque logró darle equilibrio a Julio César, para convertirlo junto con Lloris, en los dos mejores porteros del mundo.
Fue campeón porque a pesar de las grandes figuras individuales, como Milito, Zanetti, Cambiasso, supo inculcar una vocación de equipo, de unidad, que es la mezcla necesaria y suficiente para obtener resultados.
Fue campeón porque es DEFENSIVO en los partidos decisivos y con mucho orgullo, porque lo hace a la perfección y lo esgrime como principal carta de triunfo ante rivales que terminaron las eliminatorias orgullosos de los porcentajes de posesión de balón que ofreció la TV, mientras que ellos lo están de los resultados de estas eliminatorias.
Cómo será de importante defender bien, que cuando las grandes individualidades de los equipos tops del continente no juegan por lesión o tarjetas el equipo se resiente sensiblemente, porque pierden ideas en ataque, pierden posesión del balón, pierden volumen de juego, al Inter esto le da exactamente igual, porque su juego no va de posesión, ni de volumen de juego, ni de records de toques consecutivos. Va de defender lo suficientemente bien para que cuando los virtuosos de arriba tengan 1 posibilidad, lo hagan sabiendo que sus espaldas están bien cubiertas.

Pero también fue campeón porque tuvo el toque mágico de suerte que tienen los ganadores, para que en los momentos complicados, no entraran pelotas que podrían haber cambiado el destino.

Argentina, tuvo en mi co-provinciano Nicolino Locche a un campeón del mundo muy recordado, porque le llamaban "el intocable". No había forma de ponerle guantes en la cara. Basaba su pelea en la exquisitez de evitar golpes y dar los suyos en los momentos justos, normalmente al final de cada pelea. Nunca tuvo fama de contundente, pero sí de táctico, de estratega en el cuadrilátero. Este Inter es mi Nicolino Locche, basa su belleza en mantener su cara limpia, y darte el golpe que te derribe cuando te ha demostrado que no le podías hacer daño, por mucho que lo intentes.

23 de mayo de 2010, 22:44

pfff, borré el 1er comentario... Era felicitarte por tu post y decir que comparto totalmente lo que has puesto.
Me he extendido un montón con mi comentario, espero que no haya caído molesto, quería compartirlo contigo, que siempre es bueno hablarlo con la gente que sabe y se presta a la conversación.
Felicitaciones de nuevo!
@cheloherrera

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