Matino

Era favorito Sao Paulo. En la ida en Perú ya fue sorpresa que no hubiera goles y parecía que en Brasil el cuadro de Ricardo Gomes no tendría problemas para acceder a los Cuartos de Final de la Libertadores. Los de Ceni, Cicinho, Miranda, Hernanes, Dagoberto, Marlos o Washington partían como favoritos y así lo demostraron en su estadio.

Desde el minuto uno el equipo brasileño creó ocasión tras ocasión. Por la derecha, por la izquierda, con Marlos mandando un balón al larguero, Washington fallando goles con el portero batido y sobretodo, encontrándose una y otra vez con un invitado sorpresa al baile: Luis Llontop. El guardameta peruano se mostró inbatible y consiguió atajar una a una todas las oportunidades que creaba el cuadro brasileño para desesperación de los aficionados que llenaron el Estadio Morumbi.

Durante los noventa minutos Universitario se encerró atrás, confiando en la calidad de Espinoza y Piero Alva para conseguir un gol que le diese la clasificación sin tener que pasar por la lotería de los penaltis. Sao Paulo, por su parte, atacaba con 7 ó 8 jugadores dejando atrás únicamente a Miranda, Alex Silva y en ocasiones Júnior César. Pero no había manera de perforzar la portería de Llontop. Ni la entrada de Jean en lugar de Cicinho, ni los intentos frustrados de un muy desacertado Fernandinho, ni la entrada de Marcelinho (aunque éste entró más bien con la misión de lanzar un penalti) fueron suficientes para adelantar al equipo brasileño y se llegó a la témida tanda.

Desde los once metros se enfrentaban dos equipos con los ánimos muy diferentes. Universitario había conseguido milagrosamente su objetivo, Sao Paulo en cambio veía que se le podía escapar la Libertadores después de todo un partido fallando ocasión tras ocasión.
Las cosas no pudieron empezar mejor para el equipo peruano. Gol y parada de Llontop a Rogerio Ceni. En ese momento podría parecer que el meta brasileño se vendría abajo y Sao Paulo lo acusaría firmando su eliminación, nada más lejos de la realidad. El gran Rogerio Ceni, que hoy cumplió su partido número 901 con la camiseta del Tricolor, se vino arriba y consiguió hacer una parada que aumenta su leyenda. El lanzador no dudó en mandarla al centro, fuerte y a media altura. Rogerio se lanzó al lado derecho y cuando parecía que el balón iba a entrar, sacó un pie milagroso con el que despejo la pelota. Una acción que no hace más que agrandar la historia del carismático guardameta brasileño.
Lo mejor? Que luego también paró el tercero dándole así el pase a su equipo.

Impresionante también el partido de Hernanes, sobradísimo y eligiendo siempre la mejor opción. La diferencia entre el fútbol sudámericano y el europeo es bastante grande, pero cada vez que coge la pelota me pregunto porque no puede estar mostrando su clase en un equipo de primer nivel que luche por la Liga o por la Premier. Sería interesante ver si su amplío repertorio brillaría también en nuestro continente. ¿Será este verano cuando por fin emigre a Europa? Ojalá. Sería una gran noticia para los que amamos el futbol.